Otra de la estúpida ideología populista de moda, a título de socialismo

Por Walter Reynaga V…

Un funcionario de la alcaldía alteña, en manos de la señora Chapetón, lagrimeaba en declaraciones ante Radio Panamericana (17-09-20), quejándose por el comercio de animales en la Feria de la 16 de Julio. Hablaba de perritos, gatitos, conejitos, pajaritos, lagartijas… enjauladas, reducidos, decía con sentimiento, a la condición de objetos de comercio, por “gente inconsciente”. Si el comercio es malo por ser comercio, deberíamos prohibir todo comercio, ¿no? ¡Será posible!

Aunque luego, el mismo, reconocía que las personas de este comercio lo hacen como negocio, como forma de vida, para sostener su economía familiar en esta difícil época de crisis.

El empleado entrevistado por Panamericana complementaba su informe indicando que la heroica policía del Municipio había intervenido en la feria requisando la mercadería (los animales) de estos comerciantes de animales. Esto es, arrebatándoselos por la fuerza a sus dueños. Lo que en términos claros significa saqueo del patrimonio de la gente pobre que ha encontrado en la cría y comercio artesanal de mascotas una forma de ganarse la vida, en un país pobre, atrasado e incapaz de generar empleo.

Una movida típicamente socialista, del gobierno interviniendo el mercado por medio de la fuerza, a título de supuestos valores morales. Valores con los que se permiten anteponer la dignidad de los animales a la de la gente. Nada extraño bajo cierta óptica de moda, que valora tanto a las bestias como desprecia a sus congéneres, los humanos. Puntos de vista cuestionables, y sin duda hipócritas porque esta misma gente amante de los animales no duda en engullir restos cárnicos de los animales, diariamente.

Pero más allá de estos asuntos de valores o desvalores, está la cuestión de la economía de las familias que se ocupan de esta actividad productiva (criar mascotas y comercializarlas). Es ahí que cabe preguntar a la alcaldesa de El Alto, señora Chapetón:

¿Con qué derecho se da a destruir la economía de estas familias robándoles sus mercancías y cerrándoles el negocio con el que sostienen a sus hijos? ¿Es que el Gobierno Municipal ha decidido sostener económicamente a esta gente, para que dejen de preocuparse por encontrar una actividad productiva? ¿Dónde queda el derecho al trabajo, a buscarse el pan de cada día por esfuerzo propio?

El país está intoxicado de ideología populista, en su peor versión, la del “socialismo del siglo XXI”. Un paquete de consignas populistas que han idiotizado a la población que a los postulados marxistas suman componentes nacionalistas, racistas, medioambientalistas, abortistas, LTGBs… Cosas destacables por lo grotesco, pero no por eso poca cosa. Porque esta  ideología está entre los cuatro problemas fundamentales del país. Los que mntienen a Bolivia estancada en la pobreza, el atraso y la conflictividad social y política… Males que venimos arrastrando generación tras generación conducidos de la narices por la estupidez e ignorancia de nuestras acomodadas élites dirigentes.

Marco ideológico que viene definiendo el rol del estado y la política en la economía. Marco de conducta que explica el abuso de autoridad que referimos. Una práctica habitual contra el mercado libre y la economía de los más pobres. Los políticos dándose el derecho a manipular la economía y a intervenir en la vida de la gente, con reglamentos, prohibiciones, limitaciones al comercio, manipulando la educación, la salud, la justicia, la policía… Afanes en los que se escudan en la espuria ideología de moda aderezada a gusto del capo de turno en el poder. Cosas que hacen a la vez que van mamando de los recursos del estado, labrando fortunas por medio del corrupto manejo de los recursos públicos.

Por lo que no sería extraño que los funcionarios que arrebataron las mascotas a los comerciantes alteños, estén ahora negociándolos en el mercado negro para recaudar pingües ganancias… ¡Acaso no son zonzos!!

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